Todo comienza con las ideas en
gaseoso, etapa en donde la idea se forma y sufre transformaciones. Es poco
estable y pueden desaparecer tan rápido como llegan. Puede darse el caso que una
idea esté dando vuelta en tu cabeza por mucho
tiempo, se cocina muchas veces y se enriquece formando una sopa de conceptos
que no necesariamente estén unidos entre sí, pero que comparten el mismo
contenedor, tu cabeza, dando la posibilidad de mezclarse y fundirse para formar
nuevos conceptos. Es una etapa mágica donde todo es posible.
La
segunda etapa corresponde a las ideas en líquido. Sucede cuando las
ideas son compartidas con otra persona verbalmente. Para que una idea pueda ser
transmitida verbalmente es necesario que sea conceptualizada primero y formulada
de tal manera que el receptor pueda entenderla. Los interlocutores deben compartir
símbolos y experiencias similares que les permitan entenderse e interpretarse. En
esta etapa las ideas son enriquecidas por la experiencia de las personas que interactúan
con la idea. Ya en líquido es más difícil que la idea desaparezca debido a que
no está limitada a un solo individuo. No obviar que muchas son las ideas que mueren
en el proceso de conceptualización y transmisión debido a que no son capaces de
pasar el proceso de formulación del emisor ni el de interpretación del o los
receptores. El arte de transmitir una idea es tan poderoso que ha sido la llama
que ha encendido todas las revoluciones que conoce la humanidad.
La
tercera etapa corresponde a las ideas en sólido. Sucede cuando la idea es puesta por escrito,
aunque podríamos considerar que está en estado sólido una vez esté en un medio que
sea capaz de transmitirse a otras personas sin la necesidad de la intervención
del emisor. Si con la idea en liquido el pensamiento puede trascender las
fronteras de donde puede llegar el emisor de la idea, cuando la idea está en
sólido puede trascender espacio y tiempo, ejemplo de ello es la piedra rosetta. No
obstante, existen muchas más barreras y filtros a superar para poder convertir una
idea en sólido debido a que un aspecto fundamental del que hacemos al
comunicarnos es la interpretación de las emociones que causan nuestro mensaje,
y esto es posible en gran parte al lenguaje no verbal. Sin la posibilidad de reacción
y corrección del emisor del mensaje la idea original puede no ser interpretada
de manera correcta.
Es
posible apreciar estos estados de las ideas en la evolución humana. Lo que nos
convierte en animales racionales es la capacidad de formular ideas en nuestra
cabeza, la creación de ideas en gaseoso. Una vez compartimos nuestras ideas con
otros animales racionales convirtiendo las ideas en líquido logramos crear comunidades.
Con la posibilidad de trascender nuestras ideas al tiempo y al espacio por
medio de la escritura alcanzamos una sociedad mucho más sofisticada y rica,
esta que hoy tenemos y que vio su nacimiento con la invención de la escritura.
Las
ideas por si solas son inútiles, la posibilidad de actuar gracias a estas ideas
es que las hacen valiosas y es lo que realmente importa.
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